Ritual para escribir un poema

 

• Comodidad ante todo. Busca un espacio donde te sientas libre, sin distracciones ni tensiones.
• Prepara tus herramientas. Ya sea una pluma con tu cuaderno favorito o una hoja en blanco, que tus manos sientan la intención de crear.
• Música instrumental suave. Elige melodías que despierten emociones sin palabras, que te envuelvan en atmósferas internas.
• Silencio y soledad. Tu cuarto o un rincón privado pueden convertirse en tu refugio creativo.
• Concéntrate en una imagen. Puede ser una foto, una pintura o incluso un recuerdo. Algo que te conmueva y te invite a imaginar.
• Escribe sin barreras. Deja fluir lo que sientes, sin juzgar ni corregir de inmediato.
• Revisa y pule. Al finalizar, vuelve al texto con una mirada tranquila y ajusta donde haga falta.
• Conéctate con tus emociones. Pregúntate qué estás sintiendo en ese momento y deja que esas emociones guíen el ritmo del poema.
• Lee en voz alta. Escuchar tus palabras te permitirá sentir su cadencia, notar su fuerza o detectar vacíos.
• Guarda el poema con intención. Anota la fecha, el lugar o alguna nota personal. Así crearás un vínculo más profundo con tu creación.

Cuando el alma escribe: beneficios de la poesía emocional

Si alguna vez sientes una emoción real, ya sea personal o provocada por la empatía al ver una película, una serie, o al leer un libro o novela, no la ignores. Escribe desde esa emoción, como un desahogo natural. No pienses en la forma ni en la perfección: deja que las palabras fluyan libremente. Más adelante podrás revisar y pulir lo escrito.

Escribir te permite exteriorizar sentimientos profundos como el dolor, el amor, la nostalgia o cualquier otra emoción que esté tocando tu interior. 

Al plasmar tu arte de manera sincera y genuina, sentirás alivio y una conexión más auténtica contigo mismo(a). Porque muchas veces, la poesía nace justo en el momento en que el alma necesita hablar.

Guarda tus poemas con amor y cuidado

Guarda tus creaciones poéticas con amor y recelo. Tu privacidad y seguridad literaria son importantes, pues en un futuro cercano podrías reunir tus poemas en un libro, un recital o cualquier actividad literaria.

Muchos poetas han perdido valiosas obras por no protegerlas adecuadamente. Perder un poema es más que perder palabras: es como extraviar una parte del alma que se expresó en su forma más pura.

Anota tus textos, respáldalos digitalmente, imprime copias si es necesario. Cuida tu obra como quien cuida un tesoro silencioso que, algún día, podrá hablar por ti.